La refinanciación de deudas sin hipoteca es una solución financiera que nos permite cancelar deudas procedente de préstamos personales así como cuotas derivadas del uso de tarjetas de crédito.
A veces este tipo de deudas se vuelven una pesada carga y si no podemos pagarlas en el plazo que se nos solicita en vez de impagar la cuota mensual pactada, podemos reducir el importe de la letra mensual con la reunificación de deudas, que permite agrupar todas las deudas en una única cuota.
En la que incluso podremos llegar a pagar sólo intereses debido a la carencia de pago del capital gracias a ofrecer una garantía real como un local comercial o una vivienda.
El problema está en que el valor de la garantía inmobiliaria podría limitar el importe a refinanciar, aunque es fácil conseguir una media de 30000 euros refinanciados, por lo que podemos agrupar buena parte de todas las deudas personales a corto plazo y por lo tanto aquellas que más dificultan llegar a fin de mes. Aunque todo ello depende del banco y de la empresa que solicite la refinanciación de la deuda.
Para poder realizar una refinanciación con éxito es fundamental hacerlo antes de incurrir en cuotas impagadas, y sobre todo antes de que la deuda entre en mora.
Primero porque tendremos menos tiempo para poder firmar la refinanciación, y segundo porque la operación nos generará mayores gastos y posibles complicaciones a la hora de solicitar un nuevo crédito futuro que sustituya a los anteriores.
Por lo que una buena planificación financiera evitará ensuciar nuestro historial crediticio de particular o empresa con la entidad bancaria. No toda las entidades están abiertas a realizar refinanciaciones sin hipoteca, aunque el BBVA suele estar abierto a la reunificación de créditos de pymes.
Este tipo de operaciones supondrá el pago de unos mayores intereses dado el tipo de operación es normal un aumento del tipo de interés, pero sin duda será menor que la media de resto de créditos a corto plazo. Y aunque el tipo de interés no suponga una rebaja en la refinanciación, sí que lo será el aumento del plazo. Que permitirá una mejora en la tesorería de las empresas que ase acogen a una operación de refinanciación.
A la hora de iniciar una operación de refinanciación de deudas, es fundamental ser transparente con todos los acreedores. Da igual cuál sea el importe de sus deudas, cualquiera puede ser importante para que tu pyme pueda reducir el pago de la cuota mensual de la deuda.
Y sobre todo es fundamental que todos entiendan la estrategia de refinanciación, como vía para que la deuda pueda ser asumible y así asegurar la viabilidad financiera de la empresa. En el caso de una refinanciación sin hipoteca del BBVA eso facilitará el proceso con otros acreedores, puesto que el no solicitar garantías es una buena señal de la solvencia de la empresa deudora.
En este tipo de soluciones financieras es fundamental ponerse en manos de profesionales, en especial para realizar funciones de coordinación y así evitar que el proceso de refinanciación se estanque por falta de acuerdo con alguno de los acreedores. De ahí que dar información y asegurar la confidencialidad de todos los acreedores es fundamental para asegurar el buen fin de la operación de refinanciación.
En los procedimientos para asegurar la viabilidad financiera de una pyme, es fundamental negociar con todos los acreedores y para que acepten las condiciones del proceso de refinanciación hay que presentar un plan de viabilidad creíble. Esto se traduce en documentación que incluya los siguientes puntos clave:
- Plan de viabilidad con un detalle de cómo se va a reestructurar la actividad de la empresa, en especial en lo referente a los gastos de personal y el pasivo total. Además de incluir cuáles son los acuerdos cerrados a nivel de refinanciación de empresa y los activos que responderan de la nueva deuda resultante del proceso de refinanciación.
- Desglose de los préstamos pendientes, en cuanto a su origen, importe y vencimiento.
- Plan financiero a largo plazo de la empresa, que indique cuáles serán las necesidades futuras de financiación que serán satisfechas con la actividad de explotación del negocio, de cara a demostrar la viabilidad a largo plazo del negocio.
¿Qué ventajas tiene reunificar el pago de deudas?
Las ventajas del proceso de refinanciación de deudas para empresas, son varias:
- Mejorar la viabilidad financiera del negocio al aumentar el plazo de pago de las deudas, lo que automáticamente reduce el importe del pago mensual de las cuotas de los préstamos y créditos.
- Mejorar la posición de tesorería al reducir el pago de la cuota mensual, y así tener dinero para asumir otros pagos incluso si son imprevistos a pesar de escenarios de caídas de los ingresos.
- El deudor podrá estar más tranquilo tras el proceso de refinanciación al poder garantizar el pago de la cuota mensual resultante, y así evitar impagos que podrían complicar mucho su situación financiera. Lo que mejorará su historial crediticio al quedar limpio de cualquier acción impagada o registro en ficheros de morosos como asnef o RAI. Evitando pérdidas por la venta de activos en ejecuciones judiciales por impagos de deudas, así como los gastos derivados de reclamaciones judiciales.
Tras la reforma del Real Decreto Ley de Medidas Urgentes en Materia de Refinanciación y Reestructuración de Deuda Empresarial, la situación ha mejorado. Puesto que esta normativa pretende evitar que las empresas con problemas financieros permanentes acaben entrando en concurso de acreedores.
Un procedimiento donde es muy difícil salir y por lo tanto la empresa acaba desapareciendo. Así las empresas solventes podrán recurrir a esta normativa para poder salvar situaciones financieras difíciles, al poder tener mayores facilidades para pactar con sus acreedores quitas o refinanciación de las deudas de la empresa.
Para ello podrán realizar acuerdos de refinanciación individual con cada acreedor, sin ser necesario hacerlo de forma conjunta como en los procedimientos concursales, lo que es más difícil de conseguir.
Estos acuerdos están permitidos por el real decreto ley siempre y cuando no perjudiquen la viabilidad de la empres ni supongan el pago de intereses elevados. En el caso de bancos y fondos privados, si la mayoría hay firmado un acuerdo justo para todos los acreedores entonces todos deberán de aceptar el acuerdo. Lo que facilita el alcance de acuerdos dentro del proceso de refinanciación.
La nueva normativa da más opciones para que los acreedores puedan garantizar sus créditos y para ello se ofrecen diferentes alternativas de refinanciación, como por ejemplo otros acuerdos, quitas de deuda, conversión de deuda en capital, o incluso en préstamos participativos. Pero el problema viene con los créditos públicos, porque en real decreto ley no les afecta y por lo tanto las deudas de pymes con Hacienda y Seguridad social sólo se podrán aplazar, pero no refinanciar.
Por lo tanto los cambios en la normativa son pequeños, y están orientados en dar un nuevo enfoque en la refinanciación de empresas para así permitir que las pymes puedan superar procedimientos concursales mediante la recapitalización.
Y por ese motivo se limita el tener que lanzar una OPA en el caso de que la refinanciación provoque en el acreedor un incremento de la participación en la capital de la pyme que alcance los límites fijados para lanzar una OPA.
En cuanto al impacto fiscal de los ingresos derivados de los mayores intereses de la refinanciación de la deuda, se permiten los acuerdos a largo plazo sin tener que pagar el impuesto sobre sociedades correspondiente. También existen ventajas para las entidades financieras como el BBVA que practiquen quitas de la deuda refinanciada, ya que el Banco de España permitirá liberar provisiones correspondientes a la quita de la deuda, además de que la deuda acogida a la refinanciación tendrá una mejor calificación crediticia.